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17/9/10

Del que muere a diario en los brazos de la adversidad.

Lavas la cara intentando espabilar la persona que llevas aletargada, ni por esas encuentras fuerzas suficientes para iniciar un agotador día de ofuscación, desinterés y monotonía. "Podría ser diferente" piensas en voz alta a la vez que te clavas las herraduras que continuadamente te elevan a la posición de recua.

"Hoy será especial" deseas muy profundamente aunque a la media hora maldigas la terquedad de tus sentidos. Llegan carreras y desventuras a merced de los vientos que soplan en contra y a los que combates con las pocas armas que alojas en los bolsillos. Resistes ataques de lobos furiosos, agresivos por cumplir con su papel adoctrinado y que realmente no tienen la suerte siquiera de sentir que su propia furia es la que despedaza y su propia sangre la que brota.

Dijéramos que se fomenta la angustia y la falsa felicidad de tener más de lo que uno tan solo había soñado para no saber ¿Por qué?. El colmo de la desdicha si te ves abocado a ingresar y despachar los recursos que no se pueden detener y que para lograr no se puede pensar aunque no te permitas negar su necesidad.

Quizá la solución sea el propio viento que nos ataca y que nos ayuda a avanzar cuando nos empuja en la buena dirección, o el sol que nos caliente sin que tengamos como oponernos. Somos enfermos de un cosmos del que esperamos la ayuda celestial, de quien conoce que hacer con nuestras vidas y que en el momento difícil nunca escucha plegarias y llantos.

Sí, en ocasiones es verdaderamente complicado llegar al ocaso sin perder la noción del propio ser. Será el la enfermedad de olvidar la cura del mal sofisticado del progreso o la consecuencia del ser demasiado consciente de la realidad gris de la obligación cultural.

Sobretodo lo más duro podrá ser no ver la cara amada delante de tí, si con suerte existiera, cuando la necesidad llegué y aquél al que ruegas te abandone a la suerte de la cruda espera del más allá. Sus labios te procesen deseo, su voz el amparo y sus caricias el recogimiento.

Deseo comprender mi propio ser, sentir amor inquieto a todas horas, ¿lo habéis probado?, pudiera ser lo único realmente que da la felicidad.

¿Qué difícil es?

1 comentario:

  1. Nada pero sabes que para las 7,30 ó las 8 ya hemos sacado a la persona que llevamos dentro y luego, después, no solamente nos dejamos llevar. Yo al menos intento fluir y amoldarme un tanto a las circunstancias pero, me gusta creer, que al final el camino lo voy elijiendo yo.
    Saludos

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