Cookies

Si siguen navegando por este blog o permaneces en él damos por hecho que admites cookies, aunque debo decirte que no las utilizo, blogger lo mismo si y ya sabes...

11/9/10

Carrusel de vida.

Inmóvil no me permitía pestañear, no podía mas que grabar en mi cerebro lo que a mi alrededor ocurría. Situado en el centro de un carrusel de imágenes que no dejaba de girar y entre ellas algunas se detenían para que yo pudiera fijarme en sus pequeños detalles, devolviéndome la mirada. Giran y giran, no puedo ver el fondo tras las imágenes, centelleos luminosos aceleran su movimiento centrífugo. Si miro hacia arriba el diseño de una bóveda barroca cierra el universo a mi alrededor. Figuras humanas adorando a un niño de muy corta edad, su cara es mi cara. Podría ser yo. Los ojos del niño me observan. El techo desciende lentamente, las velas de la base encienden su llama tibia. El rostro del niño se aproxima al mío y un beso sale de su boca rozando mi mejilla. La bóveda desaparece dejando ver las estrellas del firmamento.

El mundo inmerso en el tiovivo continúa con su órbita. Abandono la quietud dejando mi sombra atrás en el centro del universo mientras me dirijo a los límites del círculo que me tiene preso. Mi mano derecha se sumerge en el baño de luz que centelleantes la atraviesan. No siento nada, introduzco la otra mano desgajando los colores que de tan cerca pierden su forma. Abro una puerta que aparece ante mí, salto a la oscuridad y el silencio.

Amanezco en un camino arenoso rodeado por un fresco vergel. Criaturas salen al paso sin percibir mi presencia. Camino desnudo por los meandros del sendero. Una garza se acerca con alas batientes, con sus uñas desgarra mi cabeza desde la frente a la coronilla. Siento el fluir de los borbotones sangrientos que ahora cubren mi pelo, sin embargo el dolor no aparece. Me siento en la arena con las piernas cruzadas, me toco el pelo sin mancharme de sangre.

Emprendo el camino de nuevo, observo figuras humanas andar en camino contrario al mío. Un magnánimo tigre muestra su hermoso pelaje entre los verdes matorrales. Aparto mi atención del felino porque la figura etérea de mi madre sale a mi encuentro. Un salto mortal del carnívoro derriba mi cuerpo atravesándolo con sus garras una y otra vez. El puzzle de mi carne queda varado en el suelo. Aparece la cara de mi padre en el aire sin hacer una mueca. De mis cenizas brotan mis dos hijas que parten corriendo hacia el mar que en el horizonte las espera.

Mis entrañas desaparecen absorbidas por el manto terrenal haciendo de mi existencia tan solo un efímero recuerdo. Flores maravillosas borran la huella del camino como si nunca hubiera existido.

3 comentarios:

  1. Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Lo importante es dejar huella en alguien. No sé si el tema va por ahí pero Joder¡¡¡ como lo cuentas de bien...
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Dices en tu presentación: Relatos y cuentos, sentimientos. Eso es lo que me llega a la piel: sentimientos porque haces alquimia con tus palabras. Una y otra, gotita a gotita, se van condensando y cuando llegas al final, la esencia del relato, la carga de esas palabras, se convierte en la emoción dejándote según la ocasión la sonrisa en los labios o la lágrima en los ojos. Te imagino así, en un laboratorio, entre probetas, mezclando el amor con la nostalgia, la pena y el miedo,la lucha por vivir...
    Dr. Guribundis,je,je,je...
    Sólo gracias, ya estoy echando de menos el próximo...

    ResponderEliminar
  3. Con estos comentarios como renunciar a este rincón de intimidad que en ocasiones me guarda de las tinieblas, sois todos muy amables y muchas gracias por los detalles tan bonitos que marcáis en mi corazón.

    saludos...

    ResponderEliminar

Entradas populares

Mi lista de blogs