Cookies

Si siguen navegando por este blog o permaneces en él damos por hecho que admites cookies, aunque debo decirte que no las utilizo, blogger lo mismo si y ya sabes...

16/12/14

Addat - Mira - XIII

Addat.

Mira.

Mira... Tu realidad, tu ser, tu carne... Contemplas a través del cristal, tras la ventana, tras la verdad de tu mirada.

Mi mujer, Nerea, está cautiva en un laberinto de tubos y cables que mantienen su vida entre enchufes y cámaras... El llanto me embarga, las noticias de los médicos son terribles... Se marchará pronto y no puedo evitarlo. No me permiten mantenerme a su lado, es peligroso, es infeccioso, es insano para mí... Qué dicen... No importa lo que a mí me ocurra, ella esté perdida entre paredes blancas, está sola .

Una camilla viaja por un larguísimo pasillo abandonado a la noche, las diminutas ruedas chirrían levemente cortando la oscuridad. Una puerta solitaria se descubre silenciosa, despeja el camino a unas piernas que tranquilas caminan hacía Nerea.  Despojada de salvaguardas es elevada a la lámina de acero inoxidable que de nuevo vuelve por el sendero recorrido hasta allí. Unas manos duras y rugosas empujan el cuerpo indolente de una mujer que va perdiendo el aliento a cada segundo y cuyos ojos se van perdiendo en el tiempo. La muerte se presenta y otro alma abandona una gélida camilla hacia el umbral de otro mundo. Ese espíritu viaja en la levedad del vacío arrollando obstaculos y sólo en uno de ellos se detiene un instante. Frente a Jeremy detiene su periplo, él permanece dormido y cabizbajo en uno de los sofás dispuestos en el solitario pasillo. Sus ojos relajados y la respiración profunda le llevan a soñar con su amada esposa. Su yerma y tácita boca esculpe los labios de su marido y por una eternidad el tiempo se detiene frente a ellos, le rodea con sus brazos livianos y como en una espiral intenta arrastrarle a la inmesidad. No es posible tenerle de nuevo y frustrada Nerea arroja un alarido que es advertido únicamente por sus oídos. Contempla su marido recostado y ajeno a su marcha. La camilla con un cuerpo abandonado continúa hacia otro lugar.

Unos zapatos impolutos y con paso firme y tranquilo llegan al jardín del tanatorio Roma. Una portezuela se abre diáfana a los crematorios que no cejan de engullir en su hambrienta lumbre. Otro cuerpo querido es introducido y la chimenea expulsa una hondanada de humo intensa. Adiós Nerea.

13
©2014 Guribundis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares

Mi lista de blogs