Cookies

Si siguen navegando por este blog o permaneces en él damos por hecho que admites cookies, aunque debo decirte que no las utilizo, blogger lo mismo si y ya sabes...

12/6/10

Frutas.

Una sinfonía de guitarra mueve mis sentimientos de un lado a otro sin conocer el rumbo, mi teclado se convierte en un piano acompañando las notas musicales que llegan a mis entrañas mientras mis ojos no ven más que sonido. Da igual dónde esté, escribo música, no es necesario saber por qué, me dejo llevar por la melodía que retumba en mis pensamientos.

Echo de menos tu figura contonearse sobre las sabanas en las que tu sabor nunca desaparece, sigo tu camino palpando tu veneno. Como tus palabras lanzadas en plena excitación y recogidas a borbotones con mis labios extenuados.

Soy una araña que azorada va tras su presa, sin saber el final de los acontecimientos me apresuro a la caza. Cazador de momentos intensos fundidos durante horas en mi piel, cicatrices infinitas que jamás marcharan de mi corazón y mi recuerdo.

Agarro tu cintura mientras me miras, mientras me acaricias con tus delicados pétalos que cubren tu mano, mientras empañas mis salvajes instintos de posesión, me miras.

Tu piel se aproxima a la mía alborotada, electrizada, buscando la intensidad del amor que te otorgo con desasosiego y que ni por un momento olvido. Rozas mis cabellos con los tuyos, enredados viajamos entre nubes de color que camuflan nuestros cuerpos, la batalla se transforma en la búsqueda, en el ansia de satisfacción de la plenitud de los abrazos que gozosos mostramos.

Atamos nuestros dedos mientras beso tu boca, muerdo tus labios, clavo mis dientes asesinos en tu lengua. Agarro tus hombros, bocanadas entre nosotros, mi interior en tu interior. Agitación emocionada con sabores intensos de melocotón, frutas carnosas que me nombran y de las que no puedo huir, cuanto más lejos más cerca, no puedo huir.

Inmersos en una oleada de caricias germinamos la planta de la vida en nuestro interior, esa planta que lleva a empujones la felicidad de momentos inolvidables, entremezclados de cielo e infierno volvemos cada día...

Llegamos al amanecer de una nueva pasión, de una nueva flor.

3 comentarios:

  1. como me ha gustado, cuanto expresas en tan poco espacio, ha sido intenso y sensual. genial.

    ResponderEliminar
  2. Amodo, amodo (despacio, despacio).
    Nunca me gustó que alaben los vinos otorgándoles sabores frutales: si quiero fresas, busco fresas.
    Si quiero amor, amor busco. Nada más, y nada menos.
    Pero un arrebato no tiene precio, y un aqui-te-pillo-aqui-te-mato sabe a fruta prohibida, melocotón incluído
    Enhorabuena por el momento y por la narración.
    Como no fue perfecto, a repetirlo

    ResponderEliminar
  3. Unas guitarras moviendote de un lado a otro, Uf¡¡¡ Si no fuera porque sé que eres mas de grupos con sonido amerciano te diría que estuviste en el Rock in Rio viendo Metallica y luego con el subidón tocó fiesta, pero según lo cuentas da igual, incluso, según lo cuentas daría igual que solo pasase por tu imaginación.

    Saludos

    ResponderEliminar

Entradas populares

Mi lista de blogs