Corre el perro cazador tras su presa por el páramo, el sudor brota cautivo de su carrera aproximándose al cuerpo temeroso que le precede. Las fauces salivando pasión, energía y con los ojos inyectados de sangre.
Muerde a la presa cayendo y golpeándose contra el suelo mortalmente, una maldita piedra con un saliente que torna la victoria en derrota y la vida en muerte.
Corre la liebre con un rasguño que el tiempo cicatriza y su perseguidor olvida.
Mazón ficha en la oposición venezolana a su nueva "delegada para la
Hispanidad"
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La organización del Consell siempre está abierta a la innovación y este
jueves, el Consell ha impulsado un nuevo puesto en su estructura. Es la
delegada ...
Hace 11 minutos
Me gusta, en el mas puro estilo de Perikiyo, nada es lo que parece...
ResponderEliminarSaludos