Corre el perro cazador tras su presa por el páramo, el sudor brota cautivo de su carrera aproximándose al cuerpo temeroso que le precede. Las fauces salivando pasión, energía y con los ojos inyectados de sangre.
Muerde a la presa cayendo y golpeándose contra el suelo mortalmente, una maldita piedra con un saliente que torna la victoria en derrota y la vida en muerte.
Corre la liebre con un rasguño que el tiempo cicatriza y su perseguidor olvida.
Científicos descubren que cortar cebolla provoca una microexplosión
invisible que lanza gotas irritantes a 144 km/h: este es el error que estás
cometiendo en la cocina
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En un estudio de la Universidad de Cornell recientemente publicado en
Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los investigadores
analizar...
Hace 40 minutos
Me gusta, en el mas puro estilo de Perikiyo, nada es lo que parece...
ResponderEliminarSaludos